domingo, 10 de marzo de 2024

Miração

 04.09.2009

La palabra "miração", tan recurrente en la doctrina del Santo Daime, no consta en el prestigioso diccionario Aurelio, una de las principales referencias sobre el portugués de Brasil. Esto es claro indicio de que tal palabra es empleada apenas en el ámbito de este movimiento religioso.

Tiene la misma raíz de "miragem", que quiere decir espejismo, sólo que la "miração" provocada por el consumo del Santo Daime no se considera una alucinación irreal, ni siquiera una visión inducida similar a un sueño, producto del subconsciente, sino que se entiende como una revelación que proviene de fuera del individuo, que ha sido creada por entidades externas, o por algún ser espiritual que vive en la bebida sagrada. Además, los seres que se le aparecen al creyente, e incluso se comunican con él, durante el estado alucinatorio, tampoco serían fantasías, sino habitantes espirituales de otros "planos", como podrían ser ángeles o espíritus de fallecidos.

Las "mirações" descritas por Alex Polari de Alverga en su libro recuerdan inevitablemente a la figura literaria conocida como "alegoría", que se define como "metáfora continuada", es decir, un encadenamiento de símbolos o imágenes que explican indirectamente un concepto complejo, o una enseñanza de índole moral o filosófica. Concretamente, las visiones de Polari de Alverga traen a la memoria las alegorías que Baltasar Gracián incluyó en El Criticón. Son visiones barrocas, complejas, incluso exuberantes.

Como en O livro das mirações sólo se recogen las visiones del autor, no podemos saber si las sensaciones y alucinaciones de otros fieles del Santo Daime siguen ese mismo patrón riquísimo de las pinturas de El Bosco, o si la "miração" se corresponde con la complejidad intelectual de cada creyente.

Santo Daime

 31.08.2009



La editorial Rocco, de Río de Janeiro, la misma que incluye en su catálogo las obras de la genial Clarice Lispector, o Uma breve história do tempo, del físico Stephen Hawking, publicó en 1987 este libro sobre la religión brasileña conocida como "Santo Daime". Por metonimia, la totalidad del movimiento religioso adquiere el nombre de su elemento más sagrado: una bebida psicotrópica empleada en la región amazónica desde hace milenios con fines religiosos, para entrar en contacto con lo trascendente. Su nombre quechua es "ayahuasca", y se prepara macerando a golpes cierta liana y cociéndola después junto a las hojas de la "rainha", otra planta de la zona.

El autor es Alex Polari de Alverga, un espíritu inquieto y rebelde que estuvo encarcelado durante nueve años por su activa oposición al régimen militar, y que escribió su primer libro de poesía, Inventário de cicatrizes, en la prisión. Como intelectual, es, de alguna manera, el San Pablo del movimiento, traduciendo a un registro más culto, vinculado al esoterismo y a las religiones orientales, una doctrina de origen popular.

Tanto el título como el subtítulo del libro (O livro das mirações - Viagem ao Santo Daime) dan buena cuenta del contenido: se trata, por una parte, de la narración de una serie de viajes del autor al corazón de los estados brasileños de Acre y Amazonas, verdaderas aventuras a través de la maleza y de la red fluvial de la Amazonía, para conocer de primera mano las primeras comunidades que se organizaron alrededor del Santo Daime. Por otro lado, el libro dedica un buen número de páginas a describir las "mirações" del autor tras consumir la bebida: sus visiones y sensaciones, y su acceso a nuevos conocimientos.

Las conclusiones de Alex Polari de Alverga coinciden esencialmente con lo declarado por los místicos de todas las culturas y de todas las épocas: que el tiempo y el espacio no existen; que todo está interconectado. El Santo Daime parece, por tanto, una vía válida hacia este tipo de conocimiento, al igual que tantas otras religiones y ejercicios espirituales. Alex Polari, en todo caso, manifiesta algunas reservas hacia la doctrina moral, sexualmente represiva, que rige la comunidad del Daime, si bien la va comprendiendo y asumiendo poco a poco.

Por mi parte, creo que las cuestiones más discutibles de la doctrina son su empeño en afirmar que la bebida está habitada por algún tipo de entidad que se comunica con quien la bebe, y el dotar de significado trascendente a cualquier efecto provocado por el Daime, incluso los que parecen evidentes síntomas de intoxicación

martes, 13 de febrero de 2024

Profeta Gentileza

 14 de julio de 2009



¿Era el Profeta Gentileza un típico loco de gran ciudad, como los cientos, o miles, que pululan por el metro y por las plazas de Nueva York y París? La gran ciudad como una olla a presión, al fuego, con la temperatura y el hervor en ascenso, hasta que la razón salta por los aires, inevitablemente. Y entonces aparece el loco, que vocifera, aúlla, o calla salvajemente. El loco de mirada hostil o perdida. El loco que, tras décadas de contención, se desahoga y desparrama en un grito o en un llanto que dura años. Pero el Profeta Gentileza hablaba bajo y suave, hasta casi sin vocalizar, como para no herir con la pronunciación. No anunciaba el fin del mundo ni el rechinar de dientes, sino que traía un mensaje optimista, una posibilidad de cambio. Atribuía todos los males modernos al sistema capitalista, más o menos como el Papa en su última encíclica, pero con menos palabras. Su solución, su alternativa, es sencilla y difícil, está al alcance de todos y sin embargo nadie se mueve, nadie se la cree, apenas los idiotas y los locos: es el AMORRR, con tres erres. Gentileza no se escuda en complejísimos pensamientos para justificar sus acciones, ni cita a pensadores del siglo XIX, sino que sabe que todo el mundo sabe que lo que importa se dice con unas pocas palabras de transparencia insultante: para cambiar el mundo, basta con ser amable. Y el Profeta sí que tuvo el coraje de dar el paso, y lo dejó todo para ponerse a predicar la amabilidad por las duras calles de Río de Janeiro.

¿Un loco? ¿Un iluso? Tal vez. Por qué no. Con aquella enorme barba asiria y esos ropajes y paneles de Moisés. Con su delirio de grandeza de sentirse elegido por Dios para una gran misión, igual que Cristo, como una reencarnación de Cristo. ¿Loco? Por qué no. Pero era un loco necesario. Era un loco muy esperado. Su locura, su pequeña voz, tuvo un enorme eco en Río de Janeiro, hasta nuestros días: miles de personas de la escuela de samba Grande Rio cantaron su mensaje en el carnaval de 2001, mientras otra emocionante iniciativa civil, bautizada Rio com Gentileza, trabajaba para recuperar las palabras  que el Profeta pintó en 55 pilares de un estratégico viaducto. Y en 2009, trece años después de su muerte, ha rebrotado el recuerdo de José Datrino, el Profeta Gentileza, en forma de camisetas que mucha gente quiere vestir porque incluyen sus palabras fundamentales: “La gentileza genera gentileza”.


Comentando un reportaje de El País

 29 de mayo de 2009


Datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística:

Población total de España: 46 millones (31 millones en edad de trabajar).

Población extranjera: 5 millones (4.250.000 en edad de trabajar).

Previsiones a largo plazo:

-Disminución de la población autóctona a partir de 2019.

-Llegada de 14,6 millones de extranjeros entre 2007 y 2059.

-Para el 2059 se prevén 781.599 defunciones frente a 417.370 nacimientos, además de una entrada de 259.499 extranjeros.

En definitiva, lo que conocemos como España se extingue, y viene algo nuevo, esperemos que mejor. A medida que la población extranjera aumente y acceda al voto, los choques culturales irán llegando al Parlamento, y se buscará el consenso. En ocasiones, el punto de vista extranjero logrará convencer, o hacerse un hueco, y aparecerán nuevas leyes.

Tal vez debamos dejar el debate sobre la identidad nacional para dentro de cincuenta años, pues cualquier conclusión a la que lleguemos hoy será provisional en exceso.

 

(Comentario a un reportaje publicado en El País: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Multiculturalismo/elpepisoc/20090529elpepisoc_1/

jueves, 7 de diciembre de 2023

Padre Quevedo: el azote de los espíritas

 22.05.2009

Estaba yo buscando a través de Google muestras contextualizadas de la expresión "velho caquético" (viejo chocho), para traducirla al español lo más correctamente posible, cuando entré en un blog extraño, que no he vuelto a encontrar, donde se criticaba con amargura e inmenso respeto a un tal "Padre Quevedo". Me entró inmediata curiosidad por saber más de este personaje, al que se insultaba al tiempo que se reconocía su autoridad en el terreno de lo paranormal.

Mis posteriores lecturas fueron confirmando aquella expresión contradictoria de amor y odio del blog: el Padre Quevedo es una figura polémica, sabio para unos, payaso de circo para otros. Por un lado, es un venerable jesuita español de casi ochenta años con numerosos libros publicados, de enorme cultura, que dirige en São Paulo el Centro Latinoamericano de Parapsicología (http://www.clap.org.br/) con estudios de posgrado reconocidos por el Ministerio de Educación de Brasil. Por otro lado, es un personaje mediático que durante un tiempo apareció en una sección de un programa de televisión de gran audiencia desentrañando falsos milagros y falsas historias de fantasmas, alcanzando tal popularidad que llegó a ser parodiado por humoristas. Sus declaraciones explosivas no siempre fueron del agrado de sus superiores, que incluso le impusieron un silencio que se prolongó durante seis años, pero sus apariciones en televisión fueron autorizadas y respaldadas por la Compañía en un intento de luchar en Brasil contra los charlatanes que abusan de la credulidad del pueblo1.

Prácticamente desde niño, el Padre Quevedo emprendió una cruzada personal contra el espiritismo. Leyó en profundidad las obras fundamentales de la literatura espírita con evidente afán destructivo, denunciando contradicciones entre las doctrinas transmitidas por los principales médiums, e incluso contradicciones internas en las obras de Kardec. Acusó a los curanderos que realizaban "cirugías espirituales" de valerse de trucos de ilusionismo, y defendía que cualquier buen resultado se debía a la autosugestión del propio paciente, y no al poder del sanador. Por extensión, se mofó de la magia negra de las religiones afrobrasileñas, e incluso mantiene un museo en São Paulo en el que multitud de objetos mágicos o sagrados de varias religiones brasileñas se exponen no como muestras de la cultura popular, sino tomándolos a chacota, como objetos de escarnio.

Para la importante comunidad espírita de Brasil, el Padre Quevedo es un personaje irritante e incómodo. Sin embargo, tal vez los espíritas de buena voluntad, los que, al igual que el Padre Quevedo, quieren aproximarse a la verdad, podrían aprovechar las feroces críticas del jesuita para localizar y eliminar sus inconsistencias internas.

Por su parte, no estaría de más que el Padre Quevedo empezase a matizar su intolerancia hacia el resto de las religiones de la humanidad, o que al menos introdujera un mínimo de duda en su mensaje a favor del cristianismo como la única religión verdadera (todo el resto serían, según él, errores, supercherías e invenciones humanas).

Lo cierto es que, objetivamente, no hay diferencia alguna, en cuanto a la verificabilidad, entre un médium que afirma "Un espíritu movió mi mano para escribir esto" y un cristiano que asegura "Dios me ha hablado y me ha dicho esto", sea el cristiano un profeta, un santo, o un jesuita que se ha esforzado en escuchar a Dios en unos ejercicios espirituales. Las dos afirmaciones son de idéntica naturaleza y son igualmente respetables e igualmente criticables. Los que escuchan el mensaje del más allá dicen sentir una fuerte certeza interior (cuando no mienten conscientemente) de que la comunicación ha sido verdadera, y los fieles, en ambos casos, confían en la palabra de su guía espiritual. Los médiums se contradicen, de acuerdo, y este asunto es peliagudo, pero en la historia del cristianismo también hubo numerosos profetas que contradijeron la versión oficial, sólo que el conflicto interno se solucionaba rápidamente exterminando a los herejes en la hoguera.

Y en cuanto a la ridiculización de la "magia" afrobrasileña , no resulta legítima desde el catolicismo: no parece coherente que una misma persona se ría de alguien que deja un plato de comida en una encrucijada para que determinada entidad de la umbanda o el camdomblé le ayude a recuperar a su marido, y a la vez encuentre perfectamente normales y nada ridículas las oraciones a San Antonio para encontrar pareja, pagándole el servicio al santo a base de avemarías. 

Desde hace siglos, misioneros como el Padre Quevedo han venido a Brasil para contarles a estos salvajes tercermundistas su verdad superior. Una Verdad pétrea e impermeable a las "mentiras" locales. En uno de los vídeos en los que aparece, el Padre Quevedo se queja de que no escucha bien. Todo un símbolo.

(1) Un retrato ponderado de este personaje puede leerse en http://www.dios.com.ar/paginas/grupos/5-personajes/indice.htm buscando por González Quevedo, Oscar.

Dr. Fritz


 

25.04.2009

En su libro Aluanda, la socióloga canadiense Frances O´Gorman se detiene en el doctor Fritz como transición hacia el tema de la umbanda, culto afrobrasileño que se deslindó del espiritismo a principios del siglo XX.

La polémica sobre el espíritu de un médico alemán que realiza cirugías a través de mediums muy poco higiénicos ya viene de lejos: Aluanda se publicó en 1977, cuando aún andaba en boca de todos el médium Oscar Wilde, repudiado por los espíritas de Bahia por enriquecerse con sus curas. Pero Adolf Fritz ya se había hecho famoso a finales de los 50, cuando operaba con las manos de Zé Arigó1, y su actividad continúa en nuestros días, concretamente en Recife (http://jc.uol.com.br/2008/09/12/not_179608.php).

El vídeo de YouTube es un recorte de un programa de televisión de 1987, y en este caso el espíritu está incorporado en Edson Queiroz, según informa un internauta. Entre los interesantes comentarios que siguen al vídeo en YouTube, varias personas consideran que estas imágenes son una evidencia suficiente de la existencia de la vida después de la muerte.

Por mi parte, me gustaría contar con la opinión de algún cirujano que me dijese, para empezar, hasta qué punto las operaciones que vemos se diferencian de las convencionales. ¿Hay efectivamente algún prodigio en estas intervenciones? Y si lo hay, ¿de qué naturaleza?

También me gustaría que alemanes residentes en Brasil opinasen sobre si la persona que habla parece realmente alemana o si recuerda más bien a un brasileño intentando imitar a un alemán.

(1) Alejandro Agostinelli le dedica a este primer médium un documentado artículo en el que predomina el escepticismo: http://www.dios.com.ar/paginas/grupos/5-personajes/indice.htm

lunes, 4 de diciembre de 2023

Padre Cícero

 


15.02.2009

En la literatura de cordel del nordeste brasileño, tres personajes históricos destacan con fuerza: el bandolero Lampião, el ex presidente de la República Getulio Vargas, y el Padre Cícero.

Como siempre, lo que importa es la leyenda, el símbolo, la visión mitificada. El personaje real sigue siendo objeto de controversias, y por eso la Iglesia Católica no se decide a santificar oficialmente al "santo" más popular de Brasil.

El padre Cícero (1884-1934) fue un líder político-religioso de la estirpe de Antonio Consejero, el profeta que vertebra la excepcional novela La guerra del fin del mundo, de Vargas Llosa. Llegó joven al poblado de Juazeiro, donde nada había, y lo transformó en una ciudad más importante que Crato, de la que siempre había dependido administrativamente.

La explicación de este formidable desarrollo es el movimiento de peregrinación que llevó a este lugar a un número creciente de personas atraídas por un fenómeno extraño: a partir de 1889, y durante los dos años siguientes, la sagrada forma se transformaba en sangre en la boca de la beata María de Araújo siempre que el Padre Cícero le administraba la eucaristía. Se crearon dos comisiones para estudiar el caso: la primera apoyó la tesis del milagro, pero la segunda se decantó por el fraude, costándole la excomunión al Padre Cícero (tal vez no efectivada) y la reclusión de por vida en un monsterio a María de Araújo.

Aunque en vida nunca dejó de tener una gran influencia política en toda la región del Nordeste, el personaje que llega a nuestros días es el profeta y el santo milagroso, al que se invoca hasta hoy y al que se atribuyen numerosos prodigios incluso después de su muerte.

(http://pt.wikipedia.org/wiki/Padre_C%C3%ADcero)

Miração

 04.09.2009 La palabra "miração", tan recurrente en la doctrina del Santo Daime, no consta en el prestigioso diccionario  Aurelio ...